FUI IMBÉCIL
Gracias desde el más allá
porque usted siempre hizo lo que pudo.
Son de agradecer sus magistrales consejos:
«La gente se muere de infartos,
de cáncer, de accidentes, pero...
¿de amor?.
Hay que crecer, avanzar, fijarse en uno mismo,
en uno, en uno. Primero yo, después yo.
Así no se muere. Vive uno en el infinito.
¿De amor?
De eso solo se mueren los imbéciles».
No la creí.
Por eso jamás la olvidaré.
Por la cara que pusieron
los médicos,
tenía usted razón:
fui imbécil
Jorge del Rosario