AMORES

El refranero dice: Hay amores que matan.
Algún asesino ha querido explicar lo inexplicable con esa frase.
Y no puede haber un amor que mate, no puede haber un amor que pueda convertir
al amado en el objeto de la ira y la cobardía, de la brutalidad y del cainismo.
Ese amor no es amor, es la forma más animal del egoísmo.

NO hay amores que matan.
Hay amores que vibran,
que respiran y crecen,
que te inundan de bienes
como el alba de un día,
que te llenan el alma.

El amor es la vida,
puede quemarte el alma
pero porque está lejos,
puede ser insufrible
pero por la distancia.
No hay amor si no cuentan
la opinión, el deseo,
la conjunción y el otro.

Cambiaré el refranero:
Debe decir ahora:
«No hay amor si hay muerte».