DE OCHO A OCHO
Me duele la barriga
y me escapo en sobremesa,
donde me mandan,
alquitrán sin terciopelo
y vagones de metal,
al fruto fresadoras,
y de café, la tarde.
Sudor y sangre,
sudor y dolor de barriga
a escaso metros de la tuya,
la tu guarida.
Me duele la barriga
y veo llegar,
después de mañana y noche,
los cristales por huesos
y los riñones por celofán.
Me duele la barriga
y me amiento entre malestares
desglosados en horarios,
tercios y menguantes.
Me duele la barriga,
y mañana madrugo.
Maeve Ratón