INMIGRANTE

a mi tío, Valeriano Sánchez, nacido en Andalucía, Adra, y que jamás pudo regresar a su tierra.

Recién cuando llegué a tu tierra,
comprendí
porque a veces tus ojos eran tristes.
Y entendí que muy allá,
en el fondo,
añorabas las horas que viviste.
Supe también
el porqué de tus horas solitarias,
en el muelle aquel, detrás de aquella caña...
Me di cuenta de dolor
de saber a tu madre
tan lejos,
allá en Adra.
Esperando al hijo que no vuelve,
y en esa espera poner afán y ansias.
Por eso hoy, al caminar tus calles,
las mismas por donde vos andabas,
y reconocer en la risa de los niños
la triste chispa de tu azul mirada.
Sentí que saldaba así tu deuda...
...porque a tu gente
les devolví tu alma!