¿PAZ EN ARMAS?
Ser piedra quisiera que nada siente,
Y no la afecta la maldad del mundo,
Ni el ataque del hombre iracundo,
Ni la muerte de un alma inocente.
Sólo violencia asola el presente,
Hundido el hombre por un rencor profundo,
Negando la paz con un no rotundo,
Forjando de duelo y muerte simiente.
Hasta a la roca la sangre salpica
Y ella en veredictos no interviene,
¿dónde la imparcialidad radica?
La defensa de la agresión previene,
Pero el saberse armado perjudica,
Pues de las armas la guerra proviene.
Miguel de Asén