APOSTASÍA
Se observa tan cerca el precipicio
Friolento con olor de holocausto
Presentido en el augurio del principio
En que se dio el primer llanto infausto
De los desconocedores de la vida
Y que fueron arrastrando sus miserias
Con las promesas vanas de ignominia
Buscando la venganza en la histeria
Magnificada por la manipulación colectiva
Generando el espejismo del Becerro de Oro
Para sentirse elevado, como Esencia Divina
Olvidándose de su mortalidad como despojo
Se materializa así, la antiquísima videncia
Del efímero paso de los profetas falsos
Con palabra fría y con olor a holocausto
Esclavizando al hombre en el mortal cadalso
Tiempo es de la ambición prevaricadora
Incubadora del huevo de la serpiente
Que amamante a los cainitas en la última hora
De los que en el desierto tiraron su simiente
Mario Luis Altuzar Suárez
D. F. Agosto 18 de 2006