DE AMOR Y OTRAS MANERAS
I
Esa sonrisa tuya
incendia mi corazón
de ansiedad y melancolía
y tu cara me envuelve en sus rayos de luz.
Porque ante ti mi corazón es una melodía
penetrante
de ti, amada.
Eres semilla germinada en instantes
en que brotas de mi
hecha alegría de vivir; transformándome
por estar amando en ti
y soñándote mía.
II
¡Quién fuera el aire para acaricia tus muslos de tibio roble!
¡Quién fuese el silencio para esfumarme fundido al sonido de tu voz!
¡Quién fuera el arco iris para competir contigo en lozanía y belleza!
III
Aunque te vas me dejas sin culpas, permanezco
impecable en mi amor por ti, amándote
aún sin tu presencia igual que siempre.
IV
Sé que la esencia de todo lo que te di marcha contigo
y me conforto pensando que en cierta forma contigo me fui.
Sergio Verduzco