LA CIMA
A Editorialcelya, afectuosamente
En la cima del silencio se encuentra la pulcritud.
Más allá de la ética está el encuentro consigo mismo.
La vida es una lucha, una búsqueda y un compromiso
histórico
que depende de un encuentro.
La visión de este compromiso nos exige ser pulcros, plenos de lo atentos al destino.
Porque lo importante no es lo que quiero y deseo sino a lo que aspiro y doy.
La moral del niño deviene en convicción histórica; es
la personal respuesta en sentido del deber; hijo del impulso
hecho convicción de
vida
en la conciencia y como respuesta volitiva
en actos visión y misión.
Porque venimos a gozar del mundo no debemos dejarnos poseer por él.
Al mundo venimos por el cuerpo a ser y somos de este mundo.
El cuerpo da placer; pero requiere
ejercicio, adiestramiento, disfrute, sufrimiento y abandono.
La cima del silencio se encuentra en la plenitud del abandono.
Cuando nos sabemos parte del todo
aceptamos que tenemos un compromiso:
ante Dios
y con nosotros mismos.
¿Estamos cumpliendo? ¿Avanzamos a la cima?
Sergio Verduzco