V
No es florida esta ausencia. Tiene un como
sueño diferencial de alta ternura
que se acantila en témpanos de hielo.
Pero se me entra tan adentro, tanta
dura muralla en mi interior derriba,
tan a lo vivo me destila todas
las trincheras de sombra que me envuelven,
tan fluido naciéndose me nazco,
que ya soy una circular vidriera
que se levanta en vilo, que trasmina
un transparente vaho de dulzura,
como si el cuerpo mío se soñara
dócil columna de cristal de roca.
14 de junio de 1942
Pedro García Cabrera