XIII
Siempre me está rompiendo despedidas
la ampolla de cristal de la distancia.
Me fluye sin cesar, me desordena
en una emigración de claraboyas.
Se me alejan la frente, los minutos,
el leve percutor de los latidos,
mi amistad con barrancos y piteras,
la historia de mi voz, tus arcoíris,
y la presión azul de la ternura
al nivel de tus mares transeúntes.
Siempre en el istmo de las fugas mías,
entre el cuerpo cautivo en que me busco
y el continente alado en que me pierdo.
Y apenas queda en mí cosa distinta
que un simulacro vertical de ausencia.
9 de julio de 1942
Pedro García Cabrera