La desconocida está tirada en la cama. A través de escenas sin amor (cuerpos planos, objetos sadomasoquistas,
píldoras y muecas de desempleados) llegas al momento que denominas el otoño y descubres a la desconocida.
En el cuarto, además del reflejo que lo chupa todo, observas piedras, lajas amarillas, arena, almohadas con pelos, pijamas
abandonados. Luego desaparece todo.
Roberto Bolaño