FANÁTICOS
El odio, el portero atroz, nos deja a la intemperie.
Las palabras las dice el odio, el odio los usa, el odio los maneja.
No tienen espacio. Nada cabe allí salvo ese amo incansable.
Sus uñas tenaces, sus ojos ausentes, sus bocas con altavoces obsesivos
horadan la piel del mundo.
Rafael Cadenas