EL EGOÍSTA AFORTUNADO
Viajando Luis con Justino,
Un gran bolsón de dinero
Topáronse en el camino.
Alzolo Luis muy ligero,
Y el otro habló: «¡Nos aviamos!
Estamos bien, compañero».
—«Estoy, no digas estamos»,
Repuso Luis con un gesto
De no esperes que partamos.
Y lo guardó. —Mas en esto
Asomaron dos bandidos
Intimándoles arresto.
—«¡Ayuda! ¡o somos perdidos!»
Clamó Luis con tanta boca
Y ojazos despavoridos.
—«No, amigo, usted se equivoca.
Le replicó el camarada.
Diga soy, que a usted le toca».
Y como cierva espantada
Librose de los bergantes,
Y el Luis quedó en la estacada.
Con lo cual, en dos instantes.
Se halló cual vino a la cuna.
Más limpio y mísero que antes.
El que en la buena fortuna
Con otros no parte astilla.
Pida socorro a la luna
Al volverse la tortilla.
Rafael Pombo