BRAZO DE CONQUISTADOR
Perdió un brazo en América el mancebo que en Flandes
y en Italia hubo lauros. Una flecha bravía
se vengó en la siniestra de la diestra que un día
fue temblor en las selvas y crujido en los Andes.
Uno dijole entonces: —Ya no más te desmandes,
ya no más busques lucha, discusión, ni porfía;
porque un brazo te falta y, así, nadie podría
castigar en un duelo tus insultos más grandes—.
El heroico mancebo reprimirse no pudo;
bofetada sonora descargale a su amigo;
y entregándole su arma, mostró el pecho desnudo.
—Lo que has hecho es cobarde.
—Tu disculpa rechazo.
Si soy manco, no importa. Para darme castigo
aI fin tienes un medio: ¡que te corten un brazo!—
José Santos Chocano