LA LAGUNA
El despeinado copo juguetea
al golpe de ala del cansado viento,
que retiembla sin brío y sin aliento,
sobre la espuma que a su soplo ondea.
El pato nadador se balancea,
al resbalar con tardo movimiento,
por el azul cristal, que un firmamento
cuajado finge donde el sol chispea.
El blanco cisne, incólume y tranquilo,
arqueando el cuello, al desgarrar la espuma,
bate del ala el recortado filo.
Y doblegado, con las fibras flojas
por el dolor, un sauce que se abruma
llora en el agua sus marchitas hojas...
José Santos Chocano