ESTA VEZ, CARO AMIGO, MI SALUDO
Esta vez, caro amigo, mi saludo
de Navidad y para el Año Nuevo
que en humildad hasta su puerta llevo,
inicio apenas, terminarlo dudo.
Mi invalidez en procurarlo escudo;
con intentarlo, la esperanza elevo
que de aferrarme a perdurar atrevo
frente a la vida, de palabras mudo.
Dos veces —ya temida, ya esperada—
asomó su guadaña y su esqueleto
la silenciosa Muerte malograda.
Y difirió confiarme su secreto
porque dieran mi adiós —y mi alborada—
las sílabas finales del soneto.
1970
Salvador Novo