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EL CORSARIO

        (prospecto de un periódico político en 1840)

«Es mi barco mi tesoro
Es mi Dios la libertad.»

Espronceda

Es una linda goleta,
Ligera como la brisa,
Que en el Plata se desliza
Cual fantástica visión.
Ruge el viento enfurecido
En la blanquecina vela,
Mientras ligero revuela
Del corsario el pabellón.

Sentado un hombre en la popa,
El ancho río admirando,
Meditabundo, fumando,
Entre una nube se ve;
Es su frente ancha y altiva,
Es tostado su semblante,
Es su mirar penetrante
Y su brazo de temer.

Entre sus manos robustas
Una guitarra se mira,
Que blandamente suspira
Como querella de amor,
Y mientras ruge en los cables
El pampero embravecido,
De su guitarra al sonido
Entona aquesta canción.

CANCIÓN

«Es mi goleta el cisne de este río,
Que tiende el ala cuando brilla el sol;
Es en el puerto libre como el viento,
Y en alta mar tan libre como yo.
A mi querida la llaman
La goleta «Libertad»
Por que asila al hombre libre
Y hace fuego a la maldad.
Y de todo tirano los pendones
Se abaten al rugir de sus cañones.

»Ha navegado hasta la vieja Europa
Enarbolando el argentino sol,
Y en su crucero, al pabellón de Iberia
Con sus rayos ardientes eclipsó;
Y al divisarse sus velas,
De Cádiz en la ciudad,
Decían los gaditanos :
«Ahí viene ¡la "Libertad"!»
Y flotaba el pendón americano
Desafiando las balas del tirano.

»Cubierto el puente de caliente sangre,
Izando al tope flámula de honor,
Ha visto la bandera de un Imperio
Sepultarse entre el humo del cañón;
Y al pasar por su costado,
Brown, que el combate ordenaba,
Con su bocina de mando
A los bravos saludaba
En el Juncal, donde con pecho fuerte
Clamaban todos: «¡Libertad o muerte!»

»Ora corsario de los hombres libres
Se ve mi enseña por do quier flotar,
Y el marinero en medio de la noche
Suele decir: «¡Ahí va la "Libertad"!»
Soy el amigo del pueblo,
Ante nadie me arrodillo,
Ni a los esclavos halago,
Ni a los déspotas me humillo.
Vivo en la mar, desprecio los tiranos,
Nunca con ellos enlacé mis manos.

»Cuando cruzando el Río de la Plata
Veo flamear de Rosas el color,
De alerta el grito doy a mis marinos,
Empuñando la barra del timón.
Y cuando al frente aparecen,
Grito a mis valientes: ¡fuego!
Por no tomar esas presas
A las llamas las entrego.
Que allí mi Libertad tan solo impera.
Bajo sus fuegos rinden sus banderas.

»Mi divisa es: —«Valor e Independencia».
Mi ley: —«Aborrecer al opresor».
Mi religión: —«La libertad del mundo».
Mi patria: —«El continente de Colón».
Y sin tener más tesoro
Que mi barco y mi puñal,
Primero daré la vida
Que rendir la libertad.
Que ese pendón que brilla con la luna
Jamás se abate ante bandera alguna».

El marinero que en la cofa estaba
Gritó al corsario que también velaba,
«Un barco viene».
Y se levanta majestuoso y mudo,
Y de los vientos al silbido rudo
Todo previene.

Era francés el buque que venía,
Y allá en su mástil ondear se vía
De Julio el pabellón.
¡Viva la Francia! gritan muchas veces
¡Vivan los libres! gritan los franceses
De noble corazón.

Sigue el buque francés su derrotero
Impelido del soplo del pampero
Por el piélago azul.
En tanto que el corsario navegaba
Y al divisar sus velas esclamaba:
«A los libres, salud».

Un negro bergantín pasó a lo lejos,
Y de la mustia luna a los reflejos,
Dijo, al ver su pendón:
Mirad, se llama de la mar señora,
Esa bandera que enlutada llora
En el templo de Dios.

Hoy de la Francia muéstrase celosa
Porque cree que fuerte y poderosa
Nos podrá sojuzgar.
¿Islas quiere la Francia? Ya el britano
Ha robado en el mundo americano
Malvinas y Roatán.

¿Quiere nuestras ciudades? los pedazos
De la bandera inglesa, que a balazos
Supimos conquistar
Y son de gloria nuestra herencia rica,
Levantados en lo alto de una pica,
A la Europa dirán:

Que en todo el continente americano,
Ni el francés, ni el inglés, ni el castellano,
Su mano asentará.
¡A ver! que alguno la conquista intente,
Y de todo un ejército insolente
Los cráneos mostrará.

Dijo el corsario, y en su altiva frente
Relámpago de luz cruzó luciente
Como una exhalación.
Volvió a la popa, y se acostó en su asiento,
Y en medio de la música del viento
Tranquilo se durmió.

                        *

La aurora aparece con dulce sonrisa
Y llena de aromas la atmósfera está.
Hermosa goleta que impele la brisa
Surcando va el agua del gran Paraná.

En tanto el corsario la costa admirando
Saluda aquel río de gracia inmortal,
Y en alto levanta, su sien desnudando,
Tres fajas de blanco y azul celestial.

Y dice, las islas y el bosque mirando:
Lavalle y sus bravos aquí me hallarán,
Y el río en mi barco, veloces pasando,
¡Mi vida y mi barco por suyo tendrán!

De pronto en el llano se ven mil guerreros,
Bandera argentina se mira lucir,
Y al pie resplandecen los fuertes aceros
Que van sus valientes con gloria a esgrimir.

Salud, hombres libres, la patria os espera,
Guerreros antiguos y nuevos, salud.
Gritoles, y todos al ver su bandera
Bajaron sus lanzas diciendo: «salud».

autógrafo

Bartolomé Mitre


Bartolomé Mitre

enlace José de Espronceda - CANCIÓN DEL PIRATA

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