AL 25 DE MAYO
(FRAGMENTO)
¡Cascadas de Niágara y Tequendama,
Donde el agua del mundo se derrama
Para apagar de América la sed!
¡Amazonas, Misoury, bello Plata,
Donde la virgen pura se retrata
En tu margen bañándose los pies!
Pampas inmensas, selvas olorosas,
Del Andes cordilleras orgullosas
Que corona la ardiente cruz del Sud:
Perfumaos como nube de incensario,
Harmonízaos cual himno del santuario,
Para decir de mayo al sol; ¡Salud!
Salud página inmensa de la historia,
Divino resplandor de la memoria,
Fuente de perennal inspiración;
En tus alas de fuego me sublimas,
Y el entusiasmo sacro en que me animas
Calienta mi cabeza y corazón.
Irrefragable manantial de vida
Que enriquece la savia bendecida
Del árbol de la hermosa libertad,
Donde crecen las flores inmortales
Teñidas de colores celestiales
Con que perfuma Dios la humanidad.
Inextinguible cifra que concreta
Las utopias doradas del poeta,
Y la idea de genio pensador,
Como de mil cabezas agitadas
Uniforma las creencias encontradas,
El madero del sacro Redentor.
Del gran día celeste monumento,
Donde arde su divino pensamiento
Como el fuego sagrado en el altar,
Que bañará del mundo las edades,
En medio de las densas tempestades,
Para impedir al hombre naufragar.
Hoguera abrasadora del gran Mayo
Do se encendió terrible como el rayo
El fuego de un pensar generador,
Que el corazón templó cual hierro fuerte,
Y dio existencia a la materia inerte
Como al soplo divino del Creador.
Al vivífico rayo de tu lumbre,
Se extremeció la inmensa muchedumbre
Y el polvo del esclavo sacudió.
Allí surgió la dignidad humana,
Y una nación potente y soberana
Que el soplo democrático animó.
Allí genios pujantes inspirados,
Formularon derechos pisoteados,
En solo una palabra: libertad,
Y ella virtió con generosa mano
Perfumes sobre el mundo americano,
Y en ideas de gloria lo embriagó.
La inspiración de la alta inteligencia,
El calor de la intrépida elocuencia,
En el astro de Mayo concentró;
Y del ardiente labio de Moreno
Se desprendió de su palabra el trueno,
Y el programa de Mayo formuló:
«Derribemos su trono al despotismo;
Abramos ancha vía al patriotismo;
Alcemos los fanales de la ley;
Rompamos su barrera a la ignorancia;
Alumbremos la mente de la infancia,
Y ennoblezcamos al humano ser».
Al ver tan magnífico programa,
Prendió en los corazones noble llama,
Que como chispa eléctrica cundió:
Como hierve entre escollos la marea,
Hirvió entre las cabezas una idea
Que dio vida a la gran revolución.
Revolución sin lanzas ni fusiles,
Un alto pensamiento fue su Aquiles
Y la razón su escudo tutelar;
Revolución nacida de las cosas
Que rugiendo como olas tempestuosas
Derribaron la estatua personal.
Revolución con cauda de cometa,
Que atravesó los aires cual saeta
Despedida del arco del Señor.
Parto de mil ideas generosas
Que volaron en chispas luminosas
Por todo el continente de Colón.
Solo una vez brillaron sus espadas
Para romper cadenas execradas
Y sostener las tablas de la ley;
Para postrar esclavos y tiranos,
Para afirmar los vínculos de hermanos
Y atarlos con coronas de laurel.
Tuvo ejércitos grandes, generales
Que pasearon gloriosos y triunfales
Las banderas del pueblo paladión,
Y de los Andes en la blanca cima,
En Chile hermoso y opulenta Lima,
Postraron al ibérico león.
Legisladores de alta inteligencia
Que encendieron la luz de la experiencia
Para alumbrar su vía al porvenir,
En Tucumán el acta formularon,
Y libre e independiente declararon
Al pueblo que rompió su yugo vil.
Sol de Mayo, que entonces refulgente,
Suspendido por Dios en el oriente
[...]
Bartolomé Mitre