anterior   aleatorio / random   autor / author   inicio / home   siguiente / next

LA INTRUSA

  Hace años —recuerdo—, de improviso,
penetró en mi heredad. Era una tarde
de finales de agosto. La cosecha
había sido buena y los graneros
rebosaban de trigo. En los campos, ya nada
quedaba por hacer. (1)
                                  Caía, lenta,
la noche sobre el predio, y, a lo lejos, de pronto,
advertí su figura. Comenzaron
los perros a ladrar y un viento frío
se levantó de súbito.
Pero no me inquieté. Me dije: «Debe ser
alguien que va de paso».
Y entré en mi casa y me olvidé en seguida
de esa presencia extraña.

                                            Al día siguiente,
me levanté temprano y, como de costumbre,
salí a dar un paseo.
                                  De repente,
la vi otra vez. Y me sobrecogió
verla andar por mis tierras como dueña y señora.
Sin ocultarse, iba
caminando despacio por los lejanos cerros
en que crece el enebro y en donde las encinas,
ensimismadas, sueñan.

  Nunca he hablado con ella: me evita y yo la evito.
Se mantiene a distancia.
Mas, desde que llegó, en ningún momento
se ha ausentado de aquí.
Vino para quedarse.
                                    Nadie quiere
trabajar ya (2) estos campos. No dan fruto
las hazas ni los árboles. Por doquier, han crecido
malas hierbas. Y el aire
no mece como antaño, cuando el verano llega,
los trigales maduros.
No sé qué pueda hacerse. En cierto modo, tengo
ya el hábito de verla,
aunque siempre que encuentran mis ojos su figura
sienta un escalofrío.
Me acecha a cualquier hora; ronda mi casa. A veces,
canta, mientras me observa,
una canción dulcísima, y entretejen sus labios
mi nombre con la música.

  Un día, fatalmente, no sé cuándo
—acaso cuando deje su mirada
de infundirme temor y esté dispuesto
a hacer lo que ella quiera, a ser suyo, a seguirla— ,
vendrá a buscarme al fin.

  Yo la estaré esperando. Y emprenderemos juntos
el más largo viaje.

autógrafo de Eloy Sánchez Rosillo

Eloy Sánchez Rosillo


Notas de la edición de «Las cosas como fueron: Poesía completa, 1974-2017»:

(1) Se sustituye

            «En los campos, ya nada quedaba por hacer.»

por

            «No quedaba ninguna faena por hacer».

(2) Se sustituye

            «trabajar ya»

por

            «labrar ahora».


«Autorretratos» [1984-1988] (1989)

subir / top   poema aleatorio   siguiente / next   anterior / previous   aumentar tamaño letra / font size increase   reducir tamaño letra / font size decrease