UNAS POCAS PALABRAS VERDADERAS
Abrir un libro y encontrar allí,
en una pocas líneas desiguales,
no el simple autorretrato de su autor
ni una historia que a él solo le concierne,
sino mi propio rostro y el recuento
de mis desdichas y mis alegrías,
¿Cómo es posible? Qué misterio es siempre
el poema que llega hasta nosotros
no para entretenernos, sino para
zarandearnos sin contemplaciones,
para herirnos con toda su verdad
y con la herida procurar consuelo.
No es fácil encontrar este poema
en un libro de versos, pero cuando
el destino o el azar en sus vaivenes
nos lo ponen delante de los ojos,
qué bien acompañados nos sentimos,
cuánto agradecimiento en nuestro pecho.
Eloy Sánchez Rosillo