Si tantas partes hay por vuestra parte
para que os ame y que por vos sospire,
¿cómo queréis, mi bien, que me retire
de tal empresa y que de amar me aparte?
Si el cielo en sola vos muestra y reparte
tal gracia y tal beldad que el mundo admire,
¿cómo queréis, mi bien, que el alma aspire
a nueva hermosura o con cuál arte?
Si son nieve, oro, perlas y corales
los cabellos, la boca, el cuello, el pecho,
¿cómo queréis, mi bien, que no me encienda?
Si vuestros modos más que naturales
me tienen tan vencido y tan estrecho,
¿cómo queréis, mi bien, que me defienda?
Gutierre de Cetina