OH SANGRE
Oh sangre, oh sangre: al corazón sumido
en un sueño de paz, fluye sin pena.
Oh sangre: así, bajo la noche llena
de paz afluye al corazón sin ruido.
Duérmete, oh sangre. El funeral gemido
con que resbalas por la oculta vena,
puede turbar el ánima serena
y despertar el corazón dormido.
Oh sangre: sé cual los arroyos, pura.
Oh sangre, oh sangre espiritual: sé fuerte,
más con la fortaleza que perdura,
y así podrás, entre la sombra inerte,
triunfante del amor y la amargura
cruzar hacia el reposo de la muerte.
Germán Pardo García