GRANDEZA DEL CORAZÓN
Partid mi corazón en dos mitades
y dad una a la muerte, otra a la vida.
Así estará su entraña repartida
entre una eternidad de eternidades.
Integradlo y sus hondas cavidades
tendrán de nuevo magnitud unida,
porque lo inmenso se alojó en su herida
cual una tempestad de tempestades.
Partidlo y levantad en cada mano
una mitad. Con su sentido arcano
verá la vida que a nacer empieza.
Volvedlo a destruir, sembradle espinas,
y aun con los fragmentos de sus ruinas
a solas reconstruye su grandeza.
Germán Pardo García