ADÁN TIERRA QUEMADA
Oídme: Soy Adán Tierra Quemada.
No tengo en dónde germinar semilla,
y estoy sentado sobre dura arcilla
con la sien en la mano abandonada.
De mi lodo savial no aguardo nada.
Su invalidez cuarteóme la mejilla
con surcos que no tienen la amarilla
blandura de la tierra trabajada.
Adán Tierra Quemada, hombre cantera
sin raíz atadora que pudiera
fijarlo al terronal. Así está escrito
por la causticidad de mi pisada.
Podéis leerlo: Adán Tierra Quemada,
vulgar excavador del infinito.
Germán Pardo García