CISNE DE LEDA
En la perplejidad de la laguna,
ungido cisne de la Arcadia sueña.
Fluye en la brisa bálsamo de leña
y es más sagrada la ascendente luna.
Cintila el claroscuro cuando alguna
perdiz le da su languidez sedeña,
o al húmedo silencio la cigüeña
intermitente sollozar de cuna.
Tirso y miosotis el turpial aspira.
Fluvial el cisne, apenas si suspira
volviéndose de espuma. Leve ruido
turba su sueño. El tornasol enarca,
y resplandece en su pupila zarca
el dios viril que estuvo adormecido.
Germán Pardo García