OCTUBRE
primavera celebra las pubertades...
Un crimen de cantáridas palpita
cabe el polen. Floridos celibatos
perecen de pasión bajo los gratos
azahares perversos de Afrodita.
Como un corpiño que a besar excita,
el céfiro delinque en los olfatos;
mientras llueven magníficos ornatos
a los pies de la Virgen de la ermita.
Tocando su nerviosa pandereta
una zagala brinca en el sendero;
y al replique pluvial de la pileta,
con un ritmo de arterias desmayadas,
se extinguen en el turbio lavadero
las rosas de las nuevas iniciadas.
Julio Herrera y Reissig