Julio Herrera y Reissig (1875-1910)



Menú de poemas por TÍTULO y primer verso



Macedonio Fernández autores / authors José Santos Chocano




A mitad de mi fausto galanteo

A punto de dormirte bajo el ledo

A través de la bruma invernal y del limo

A una menesterosa disciplina sujeto

Alisia y Cloris abren de par en par la puerta

Alternando a capricho el candor de sus prosas

Alucinando los silencios míos

AMOR SÁDICO

ANIMA CLEMENS

Anoche vino a mí, de terciopelo

Apurando la cena de aceitunas y nueces

Aramís ordena que los danzarines

Aramís ordena que los doce Meses

Bajo su banderola pertinente, la escuela

Bion y Lucina, émulos en fervoroso alarde

BUEN DÍA

CANTO DE LAS HORAS

CANTO DE LOS MESES

Citándonos, después de oscura ausencia

CLAROSCURO

COLOR DE SUEÑO

Con la quietud de un síncope furtivo

CONSAGRACIÓN

Cual si pluguiese al Diablo -vaya un decir- engorda

De pie, entre sus discípulos y las torvas montañas

DECORACIÓN HERÁLDICA

Decoración: La sala semeja una floresta

DESOLACIÓN ABSURDA

«Do re mi fa» de un piano de vidrio en el follaje

EBRIEDAD

EL ALBA

EL ALMUERZO

EL ÁNGELUS

El astrónomo, el vate y el mentor se han reunido

EL BANCO DEL SUPLICIO

EL BAÑO

EL CAMINO DE LAS LÁGRIMAS

EL CONSEJO

EL CURA

EL DESPERTAR

EL DOMINGO

EL ENOJO

EL GUARDABOSQUE

EL LABRADOR

EL MONASTERIO

El olivo y el pozo... Dormida una aldeana

EL REGRESO

EL SAUCE

EL SECRETO

EL SUSPIRO

El Viejo Patriarca

En el dintel del cielo llamó por fin la esquila

En un beato silencio el recinto vegeta

Entra el viejo Orfeo. Mil notas auroran

Entre sauces que velan una anciana casuca

EPÍLOGO

Errando en la heredad yerma y desnuda

Es el cura... Lo han visto las crestas silenciarías

Evidenciaban en moderna gracia

EXPIACIÓN

ÉXTASIS

FIESTA POPULAR DE ULTRATUMBA

Fuera: el trueno juega y corre con su inmenso monolito

¡Frío, frío, frío!

GALANTERÍA INGENUA

Gemían los rebaños. Los caminos

Humean en la vieja cocina hospitalaria

Huyó, bajo sus velos soñadores

IDILIO

ILUMINACIÓN CAMPESINA

Jardín de rosa angélico, la tierra guipuzcoana

JULIO

LA CÁTEDRA

La cena ha terminado: legumbres, pan moreno

LA DICHA

La druídica pompa de la selva se cubre

LA ESCUELA

LA ESTRELLA DEL DESTINO

LA FLAUTA

LA FUGA

LA GOTA AMARGA

LA GRAN SOIRÉE DE LA ELEGANCIA. LA DANZA DE LOS MESES Y DE LAS HORAS GALANTERÍAS ETERNAS

LA GRANJA

LA HUERTA

LA IGLESIA

LA LLAVERA

La mesnada que aúlle o la sierpe se enrosque

LA MISA CÁNDIDA

LA NOCHE

La noche en la montaña mira con ojos viudos

LA NOVICIA

LA RECONCILIACIÓN

LA SIESTA

La sombra de una nube sobre el césped recula

LA SOMBRA DOLOROSA

La tarde paga en oro divino las faenas

La tierra ofrece el ósculo de un saludo paterno

La tumba, que ensáñase con mi suerte

LA ÚLTIMA CARTA

LA VELADA

LA VIOLETA

LA VUELTA DE LOS CAMPOS

LA ZAMPOÑA

LAS CAMPANAS SOLARIEGAS

LAS HORAS GRAVES

LAS MADRES

LLEGADA DE LOS MESES Y DE LAS HORAS

Llovió. Trisca a lo lejos un sol convaleciente

LOS CARROS

LOS PERROS

LUNA DE MIEL

Lux no alisa el corpiño, ni presume en la moña

Mirándote en lectura sugerente

Monjas blancas y lilas de su largo convento

Mucho antes que el agrio gallinero, acostumbra

No late más un único reloj: el campanario

Noche de tenues suspiros

OTOÑO

Palomas lilas entre los alcores

PANTEO

Por la teja inclinada de las rosas techumbres

Quimérico a mi vera concertaba

RECEPCIÓN INSTRUMENTAL DEL GRAN POLÍGLOTO ORFEO

RENDICIÓN

Sahúmase el villaje de olores a guisados

Salpica, se abre, humea, como la carne herida

Saludando cortésmente a la buena Mamá Juno

Se adoran. Timo atiende solícita al gobierno

Se lo dijo a la fontana

SEPELIO

Sobre el césped mullido que prodiga su alfombra

Soñaban con la Escocia de tus ojos

Soñé que te encontrabas junto al muro

SU MAJESTAD EL TIEMPO

Suenan galanteos y besos y adioses

Surgió tu blanca majestad de raso

Surgiste, emperatriz de los altares

Te anuncia un ecuménico amasijo de hogaza

Temblábamos al par... En el austero

TERMINACIÓN DE LA FIESTA. DESPEDIDAS Y QUEJAS. LLUEVE. DESFILE DE LA CONCURRENCIA

Tirita entre algodones húmedos la arboleda

Todas -blancas ovejas fieles a su pastora-

Todo fue así: Sahumábase de lilas

Un gran salón. Un trono. Cortinas. Graderías

Verde luz y heliotropo en los amplios confines

Viste el hábito rancio y habla ronco en voz densa

Y una violeta llenó

Ya no te amaba, sin dejar por eso