CANÍCULA
Labora la coqueta falange rusticana
Que se prepara el sábado para lucir en misa.
Zumba la pedrería musical siempre a prisa,
De la colmena. Un grillo cri-cra entre la ventana...
La tarde suda fuego. No cesa la roldana...
La gente en los sembrados anda esta vez remisa,
Y hasta la dócil yunta, al aguijón sumisa,
Obedece, por cierto, que de muy mala gana.
Holgando breves horas en la estación que enerva,
Zagales y zagalas se unen sobre la hierba...
Ellas descuidan blancas florescencias carnales,
Que muestran, aguas puras, su interior sin mancilla...
Cantan, juegan; y todos son un alma sencilla,
Tal como en las desnudas épocas fraternales.
Julio Herrera y Reissig