SUPERVIVENCIA
Con tu heroica sonrisa húmeda en llanto,
La veste ensangrentada de amapolas,
Junto a la pira, joyas y corolas
Sacrificabas con un gesto santo...
Viendo cadáver lo que fue tu encanto,
Te heló vivir como un espectro a solas...
Y te ofreciste, impávida de espanto,
Al fuego que se hinchó en hambrientas olas.
Rugiendo en bramas de pavor estigio,
La hoguera, hipnotizada de prodigio,
Lamió, león de trágicos antojos,
Tus manos angustiosamente bellas...
Y al inmolarte luz a luz, tus ojos
Sobrevivieron como dos estrellas.
Julio Herrera y Reissig