LA MAGNOLIA
Recoge la magnolia
Sus hojas bellas,
Cuando al romper el día
La luz despierta:
Pero las abre
Cuando sus tristes sombras
Tiende la tarde.
Cuentan que altivo el soplo
De la mañana
Quiso en sus hojas frescas
Posar las alas:
Y en vano quiso,
Que ella cerró sus hojas
Al aire altivo.
El rocío impaciente,
Deshecho en perlas,
Quiso también ansioso
Mecerse en ellas:
Mas la magnolia
También cerró al rocío
Sus castas hojas.
En vano el rayo hermoso
Del alba pura,
Su pudoroso cáliz
Brillando busca:
Ni el aire leve,
Ni la luz, ni el rocío...
Nadie la vence.
Tiende la tarde lenta
Su sombra triste,
Y entre los ramos sueltos
El viento gime;
Vuela perdido,
Derramando en las flores
Muchos suspiros.
La magnolia las hojas
Entreabrió ufana,
Y el viento enamorado
Le robó el alma:
Y desde entonces
Sus blandas hojas abre
Sólo de noche.
Niña alegre y ligera,
Tímida y casta,
Más que el laurel lozano
Fresca y gallarda;
A mis suspiros
Abre las castas hojas
De tu cariño.
Yo el vientecillo puro
Seré suave,
Que, nace cuando triste
Muere la tarde.
Vaga en la sombra,
¿Quieres tú, dulce niña,
Ser la magnolia?
José Selgas y Carrasco