TEDIO DE LA PARROQUIA
“¡Ay, qué vida!”
Temístocles
La población parece abandonada,
dormida a pleno
sol. —¿Y qué hay de bueno?
Y uno responde bostezando: —¡Nada!
¡Ni una sola ilusión inesperada,
que brinde ameno
rato!... Es un sereno
vivir este vivir siempre a plomada.
Porque ¡ay! no surge un acontecimiento
sensacional. Apenas un detalle,
y eso de vez en cuando, en la infinita
placidez lugareña: hoy no hace viento,
y andan únicamente por la calle
cuatro perros detrás de una perrita.
Luis Carlos López