NUEVA YORK
¡Pepino, Pepino, hay pelea!
UNA CARTAGENERA
I
Pobre y más que imposible vestido provinciano,
de ajustada chaqueta, de angosto pantalón,
qt!e allá en mi villa fuiste tan elegante... En vano
serás aquí l.to que eras, vestido "comme il faut!"...
Salimos de la tierra tranquila del banano,
y en este manicomio revuelto de los "trusts",
quién sabe si algún taxi nos mande hacia el arcano
sin un whisky y sin una pastilla de "chewing gum"!
Ciudad que vive en una perpetua pesadilla
febril y alucinante, que angustia y maravilla,
donde no canta un gallo, donde todo es un "bluf",
que a mí me causa insomnio que a ti te quita el sueño,
oornándote neurótico, lo mismo que a tu dueño,
porque fue un disparate venirnos a New York!...
II
Rascacielos, enormes rascacielos, que al paso
nos salen cual fantasmas de otro planeta... Yo
y tú, dos infelices oriundos del acaso,
ciegos, mudos y sordos quedamos como Lot!
Dime qué haremos, dime qué hacer en este caso...
Mira tú si es idiota viajar en ascensor,
no sabiendo nosotros, biznietos del atraso,
ni jugar a ese juego científico del golf!...
Vámonos para el pueblo, para la oscura grieta
sabrosa de mi pueblo, que a ti de la bragueta
del susto, sí, del susto se te cayó un botón!...
Y es triste y no queremos entre estas zaragatas,
vivir cual dos imbéciles, morir como dos ratas,
porque fue un disparate venirnos a New York!
Luis Carlos López