25
Llaman a la puerta.
Pero los golpes suenan al revés,
como si alguien golpeara desde adentro.
¿Acaso seré yo quien llama?
¿Quizás los golpes desde adentro
quieren tapar a los de afuera?
¿O tal vez la puerta misma
ha aprendido a ser el golpe
para abolir las diferencias?
Lo que importa es que ya no se distingue
entre llamar desde un lado
y llamar desde el otro.
Roberto Juarroz