EL DISCURSO DEL ESPEJO
Pues siempre al frente de mí
Puliendo tenaz te encuentro
Lo que hay por defuera en ti,
Busca otro espejo, Mirní,
Donde pulirte por dentro.
Ese espejo es la virtud,
Las almas limpias y bellas,
En cuya fiel pulcritud
Se mira la juventud
Para volverse como ellas.
En mí al fin descubrirás
Ya una arruga, ya una cana;
Mas si al otro siempre vas,
Más linda te encontrarás
Al sol de cada mañana.
Los hombres no hacen gran caso
De un peinado o traje o flor,
Que eso lo ven muy de paso;
Mas si hallan el fondo escaso,
Da poco fondo su amor.
Rafael Pombo