RECUERDO
Estaba triste el día,
Estaba el alma triste,
Triste mi corazón enamorado.
Cinco días han pasado
Y aún luto el alma viste,
Y el corazón solloza todavía
En sus tristes recuerdos encerrado.
Y hay vida en torno mío,
Y cuanto miro es nuevo,
Y es este suelo para mí un santuario:
¿Por qué pues, solitario,
Con nada me conmuevo
Y do vengo a buscar contento y brío
Parece que reclamo mi sudario?
¿Quién poblará el desierto
Que trajo el alma mía?
¿Quién me ha de compensar lo que he perdido?
Mi sol está extinguido
Mi árbol de dicha es muerto,
Y tal vez mientras vivo de agonía
Allá he dejado ingratitud y olvido.
Popayán, agosto 8: 1853.
Rafael Pombo