A UNA CIUDAD RESISTENTE
Ruinas de Numancia.
I
En esa ciudad muerta hay polvo vivo.
A nivel de la tierra pasa el frío.
II
¡Oh, ciudad sumergida en el silencio!
Todas las casas llegan a los cielos
III
Entre columnas que no existen yacen
idos y puros todos los amantes.
IV
Son los guerreros un fragor de espadas.
Música eterna en una noche blanca.
V
¿Duermes, doncella? Oh, no, nada se pierde.
Pensada solo, tu pupila es verde.
VI
Oh, majestad de ese clamor completo.
Fiera ciudad sobre un perpetuo cerro.
VII
La piedra monda. Apenas una losa.
Numancia pronunciada, erguida, sólida.
Vicente Aleixandre