ESPERA 1
Si tu rosal derrumba sus olores
con el fracaso de la primavera;
si se deshojan bajo el sol tus flores
y el golpe del estío se lleva sus olores.
Espera.
Si el júbilo pascual de tus canarios
enmudece en la alegre pajarera
si el humo intáctil de tus incensarios
se apaga en los desdenes de los dioses voltarios.
Espera.
Si al eco de tu voz quedan los cielos
en la serenidad de su sendero;
si a tu afán de justicias y consuelos
no hay una luz que rompa los impasibles velos.
Espera.
Si ya tu juventud y tu frescura
pasaron, sin que nadie las sintiera;
si ya se siente en ti, fruta madura,
un imperioso olor a sepultura.
Espera.
Si doquiera que fuiste, fuiste triste;
si en el transcurso de tu vida entera
no hallaste un solo amor por donde fuiste,
y si el amor que encontraste lo perdiste.
Espera.
Si el dolor te interrumpe cada paso;
si las alas de luz de una quimera
nunca hilaron en ti sueños de ocaso,
si tu vida es la vida hecha fracaso.
Espera.
Si el viaje de tu vida es un regreso
hacia tu propia oscuridad primera;
si nada fuiste, si no fuiste un preso
de la pasión, si nadie te dio un beso.
Espera.
Que la noche final rota en fulgores,
te dará a transitar vidas más bellas;
la noche de la tumba sorberá tus dolores,
la savia de tu cuerpo dará flores
y el brillo de tu alma dará estrellas.
1922.
Andrés Eloy Blanco
1 Élite, Caracas, 19 de junio de 1926, p. 14.