A un año de tu luz, e iluminado
Abre el balcón, Beatriz, en este día
Acércate, ¿la ves? En mis retinas
Ahijado: ya tienes tres años de vida
Al hombre mozo que te habló de amores
Anoche el Padre Sueño me llevó a su castillo
Aquí estamos el hombre, la mujer y los niños
¡Así! con todo el auge de grandeza
Bajo la tarde y sobre el mar, Eterno
Bien está el verso si en él va la glosa
Bólido entre dos aguas, gota de tempestad
—¡Cántala!—me dijeron— es digna de una noche
Canté a los dos como si fueran uno
Cayó la gran res de cobre desde el alto relieve
¿Conocéis el cuento de las Infantinas?
Cuando estés de regreso en la tierra
Cuando falte a mis hombros, madre mía, la fuerza
¿CUÁNTAS ESTRELLAS TIENE EL CIELO?
¡Cuántas veces hablé sin decir nada!
De la selva surgieron, fantasmales; corría
De todo aquel delirio de ternura
De un amor que pasó, como un paisaje
Del mar de los caribes, en la ruta de Oriente
Del silencio de ayer quedó entreabierta
Desde el árbol más alto, donde se toca el cielo
Dijo el Águila al Bagre: —Compañero
Dios submarino, Dios lacustre, Dios fluvial
DONDE SE ABRE UNA PUERTA Y SE CIERRA UNA VENTANA
DONDE SE EMPIEZA A NO ENCONTRAR PALABRAS
¡Dulce romanticismo de la tarde que muere!
EL CANTO DE LOS HIJOS EN MARCHA
El guerrero durmió después de la victoria
El hombre que amaba la soledad
El Mariscal subía la dorada escalera
El Padre Quintero, sueña que los Reyes
¡Elba, mujer o isla! Tu trenza al viento
Ella fue el alma de mis viejos cantos
En el baile, la gran escalinata
En la hermética sala, santuario de Afrodita
En sus ojos, lagos de melancolía
Es el agua primera en la primera caverna
Es el alba. Los niños despertarán. ¿Qué hicimos
Es España la vieja, que arrebata y admira
¿Es una nube? ¿Es un punto vacío
Ésta es la mano de mi pueblo y quiero
Estoy releyendo ahora tu carta a Rodolfo, y quiero
Fue como el esqueleto de Don Quijote. Tísica
¡Gloria, Rubén, a la Musa primera
Gracias, mujer; tú me quisiste un poco
Grité, llamé a los cielos, te llamé a ti, mis gritos
¿Has visto, Clara Rosa, cómo juega la espuma
He renunciado a ti. No era posible
Hoy, cuando abrí los ojos, después de mi aventura
IDENTIFICACIÓN DE LA CASA Y EL HOMBRE
INVOCACIÓN AL DIOS DE LAS AGUAS
Iraida: Estoy pensando en el navío
LA CASA DE ABEL LLEGA HASTA EL MAR
La cola en el árbol, la boca en el río
La noche conjura su impenetrabilidad
La palabra de Edgardo dio tu nombre a la Muerte
La Parima es el sueño faraónico
¡La Partida! Cacique, alza la frente
La selva colombina lo presintió. (¿Sería
La sombra de una duda sobre mí se levanta
La última noche que pasamos juntos
Labré para tus labios una copa
LAMENTO Y GOZO DEL DESTINO LÍRICO
¡Le agarré por el cuello al gato verde!
Llegamos a la orilla del mar: El Padre Sueño
Llegaste a mí, turbada e indecisa
LOS GRILLOS ME HAN HECHO CALLOS
LOS INSTIGADORES. LA CHOUANNERIE DE LA REPÚBLICA
¡Macho el negrito, pero macho y medio!
Madre: esta noche se nos muere un año
¡Madre! Europa está toda florecida de espinos
Más vale que os confiese de la mejor manera
¡Mas ved que no por ser menos soñado
Me das tu pan en tu mano amasado
Me ensordeció el latido de la vendimia santa
Me he detenido muchas veces ante
Murió de nuevo un día... yo la amaba
No son para la Lira manos que odian la calma
¡Oh, blancura imposible de la Amada imposible!
Ojos que vi una vez en el camino
PALABRAS DEL POETA EN LA TARDE
PALABREO DE LA ALEGRÍA PERDIDA
PALABREO DE LA LOCA LUZ CARABALLO
Para cantar a España, traigan a nuestro coro
Peinillas peinan pálidas la esquina de Peinero
Peña Mellera, la vaca de piedra
Pontifica el morado de sus ojeras
PRENDIMIENTO DE JÓVITO VILLALBA EN LA ESQUINA DE PEINERO
Preso en el cofre del azul marino
¡Qué alegre estoy, oh blonda, esta mañana!
¡Qué ciencia tan rebelde, hermano mío
Querida amiga: Llueve. Nuestro buen cielo llora
Quiero que me cultives, hijo mío
Resuena en las inmensas llanuras
Retna Dumila fue el amor de Siva
RETRATO DE AMANTE. POR GIORGIO DE CHIRICO
Rómulo: ya la Patria está muy lejos
Salud y Libertad, bienes hermanos
Se acaba el pan del alma, compañero
Serenidad: del monte de granito
Si tu rosal derrumba sus olores
Siempre es el mar donde mejor se quiere
¡Siempre lo mismo, Dios, siempre lo mismo!
SONETO EMOCIONADO A LOS OJOS DE CHICHÍ GOIRÍ
Subiendo hacia San Félix, donde el río enseña dos dientes
Tengo dos hijos, tierra, tengo dos hijos, cielo
Todavía me asusto al recordarlo
TRÁNSITO DE UN RETRATO DE NOVIA POR LA CÁRCEL
Tuvo una azafata doña Margarita
Una Pumé, la Hija de un Cacique Yaruro
Vamos, Mary, a ver las estrellas
Vengan el primogénito y el segundón, varones
Violento de armonía, en el tono de la resaca
Volveremos a ti, ciudad, y estarás nueva
Vuelvo los ojos a mi propia historia
Y ahora, en el crepúsculo, es la hora
Y ahora hablemos algo de mi dolor, María
Y canten por la España ultramarina
Y cuando se tienen todos los hijos de la tierra
Y el Cacique de carne, desde el vecino cerro
Ya estoy aquí, campiña, ya me fundió tu cielo
Ya rindió una jornada la fiebre de mis brazos
Ya sé que es imposible, que no debo
Yacente Guaicaipuro, sin sangre ya la mano
Yo busqué la armonía de mi verso en el prado
Yo he tenido mil veces en mi mano
¡Yo la amaba, la amaba!... Quedó yerta
Yo la encontré una noche más fría que la noche
Yo me hundí hasta los hombros en el mar de Occidente
Yo os haría soñar con la opulenta
Yo quisiera poner en este canto
Yo vi una noche en sueños al Mariscal, anciano