SABIDURÍA
De mi sabiduría es lo más alto
lo que más sumergido en mí trabaja:
aliento pulmonar que sube y baja,
moléculas de oculto sobresalto.
No entendería el estelar asalto
que da a las nubes su estupenda faja,
si no fuera el cuchillo con que taja
la tiniebla su fúnebre cobalto.
Me afianzo en lo proclive cual demiurgo
de los hoyos, ¡oh Abismo taumaturgo
que en mis paredes cósmicas retumbas!
Lo que sé de la vida y su grandeza,
lo aprendí de mi pávida certeza
de tanto caminar entre las tumbas.
Germán Pardo García