Cantar de Mío Cid. Folio 23v
»el vino suyo bebemos y nos comemos su pan.
Con buen derecho lo hacen si nos vienen a cercar,
como no sea con lucha esto no se arreglará.
Salgan mensajes a aquéllos que nos deben ayudar,
los unos vayan a Jérica y los otros a Alucat,
desde allí pasen a Onda y después hasta Almenar,
que las gentes de Burriana se vengan ya para acá.
Pronto tiene que empezarse esta batalla campal.
Nuestro provecho en Dios fío que con ella crecerá».
Al pasar el tercer día todos juntados están.
Mío Cid el bienhadado entonces empieza a hablar:
«Sálveos el Creador, mesnadas, y ahora escuchad:
después de que nos salimos de la limpia cristiandad
—y no fue por nuestro gusto, no se pudo remediar—,
gracias a Dios nuestras cosas siempre hacia adelante van.
Hoy las gentes de Valencia nos han venido a cercar;
si en estas tierras nosotros nos quisiéramos quedar,
muy firmemente a estos moros tenemos que escarmentar».
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Fin de la arenga del Cid
«Cuando se pase la noche y ya venga la mañana,
tenedme bien preparados los caballos y las armas;
entonces iremos todos a atacar a su mesnada.
Hombres desterrados somos, estamos en tierra extraña,
en la lucha se ha de ver quién merece la soldada».
68
Minaya da el plan de batalla.
El Cid vence otra lid campal.
Toma de Cebolla
Oíd ahora lo que el bueno de Álvar Fáñez quiso hablar:
«Mío Cid, lo que habéis dicho como os place se hará,
dadme a mí cien caballeros, no os quiero pedir más,
vos con los otros que quedan de frente iréis a atacar.
Anónimo, copista Per Abbat
Versificación moderna de Pedro Salinas