REINA DEL HARPA Y DEL AMOR
Evocadora de Jerusalenes
De las graves Afroditas místicas,
De Salomón el creador de harenes
Y sumo pájaro de las lingüísticas…
Duermen tus manos de prerrafaelísticas
Insinuaciones todos mis vaivenes;
Manos que son custodias eucarísticas
Para las regias hostias de tus sienes.
¡Vamos a Dios! Entre floridos cánticos,
Piquen tus dedos, pájaros románticos,
El Arpa antigua del vergel de Sión.
Y alzando a ti mi beso, en un hipnótico
Rapto de azul, como en un cáliz gótico
Beberé el vino de tu corazón.
Julio Herrera y Reissig