ÓLEO INDOSTÁNICO
En torres de marfil, gemas y plata,
Entre mirras y sándalos y nardos,
Llamearon los rajás en sus gallardos
Engastes de tisús y de escarlata...
Funambulescamente el Mahabarata
Hirvió en los iris de tus ojos pardos,
En tanto dos litúrgicos leopardos
Se recogieron a tu sombra beata.
En el ritual de las metempsicosis,
Bramaron fulgurantes apoteosis
Los clarines del Sol... El alma inerte
De la pagoda helóse de infortunio
A tiempo que la araña de la muerte
Derramó un signo sobre el plenilunio.
Julio Herrera y Reissig