A la voz de los tiempos rigurosos
Cruzaba el hijo de la cipria diosa
ELEGÍA A LA MUERTE DE LA DUQUESA DE FRÍAS
¿Es la lira de Píndaro valiente
Gloria y delicia de los patrios lares
Mi solo y dulce amor, Corina hermosa
Noche, lóbrega noche, eterno asilo
Río, ¿dó está de Laso la divina
SONETO VI. Inestabilidad de las cosas humanas
SONETO VII. A Quintana por su Oda al combate de Trafalgar
SONETO IX. A la memoria de Garcilaso
SONETO X. A mi vuelta a Zamora en 1807
SONETO XX. Los hoyuelos de Lesbia
SONETO XXIII. A don Ángel de Saavedra, hoy Duque de Rivas
SONETO XXVI. En la traslación de los restos de D. Pedro Calderón al cementerio de San Nicolás
Tú, a quien risueño concedió el destino